Domina tu velocidad esquiando por pistas difíciles

Cuando aprendemos a esquiar y nos aventuramos por pistas con una fuerte pendiente, uno de los errores más comunes es intentar afrontarla de la misma forma que si fuera una pista tranquila, consiguiendo una aceleración cada vez mayor y más peligrosa. Por eso, es muy importante que aprendas a controlar tu velocidad esquiando por pistas difíciles.

Al encarar una de estas pistas, tratamos de seguir nuestra técnica habitual, pero llega un punto en el que la velocidad aumenta más y más, y vamos perdiendo el control, hasta que tenemos que frenar para dejar de ser unos kamikazes. Las razón es obvia, a mayor inclinación, más fuerza ejercerá la gravedad sobre nosotros, acelerándonos más y más rápido consecuentemente. Si le sumamos la posición retrasada que suele darse como fruto del miedo, la caída estará casi asegurada.

Ahora bien, tu técnica de esquí no tiene que cambiar, solo adaptarse a esta inclinada pendiente, y para conseguirlo te ofrecemos los siguientes consejos:

Consejos para controlar tu velocidad esquiando por pistas difíciles

Dinamismo: en este tipo de pistas debemos ser muy dinámicos, es decir, debemos movernos de forma continua, amplia y progresiva para conseguir una presión sobre la nieve fuerte y precisa, evitando que los esquís queden encarados demasiado tiempo hacia la máxima pendiente.

Derrapaje: en pistas rojas o negras, la conducción de curvas nos puede llevar a una velocidad que no somos capaces de gestionar correctamente. Si no mantienes bien el control de tus esquís, deja de conducir de forma precisa y derrapa sin miedo, que no es un error, solo un recurso al alcance de todo el mundo.

Centralidad: el miedo u otros factores psicológicos muchas veces nos hacen adoptar una posición defensiva (nos hacen quedar retrasados) con respecto a la pendiente, lo que nos descontrolará todavía más. Debes luchar por mantener una posición centrada echándote un poco más hacia delante.

Curvas cerradas: la mejor forma técnica de controlar la velocidad es conseguir unas buenas curvas cerradas, así que trabájalas bien.