Nudos básicos para encordarse 1ª parte: doble ocho, gaza por seno y nueve

En este artículo explicamos tres de los nudos más elementales en el mundo de la escalada. Si bien, la teoría aquí recogida no sustituye en ningún caso la supervisión de un experto, la cual es absolutamente imprescindible si carecemos de experiencia en la realización de nudos. Tenemos que tener en cuenta que de la correcta elaboración de los nudos dependerá nuestra integridad física en la roca.

En primer lugar os mostraremos los nombres de las distintas partes de la cuerda/nudo para que más adelante os resulte fácil entender los procesos. Tomamos un slide de Cuerdas y nudos básicos de Jose Antonio Capa.

De entre los nudos que planteamos aquí, el doble ocho es, sin lugar dudas, el nudo por excelencia. Siendo el más utilizado para encordarse en condiciones normales. En este artículo, presentamos tres de los nudos más básicos en el mundo de la escalada, si bien, existen otros más utilizados que la gaza por seno y el nueve, como pueden ser el doble pescador, triple pescador o ballestrinque, pero esos serán los protagonistas de próximas entregas.

Nudo ocho doble

Es el turno del nudo ocho doble , también conocido como ocho por chicote:Sin duda, resulta el nudo más básico del mundo de la escalada, pero quizá el más útil a priori. Entre sus ventajas se encuentran que resulta relativamente fácil de ejecutar y memorizar, su gran resistencia a la carga anular y que el cabo sobrante apenas se desliza, incluso con valores cercanos a la rotura. Por lo general, ataremos el doble ocho directamente a nuestro arnés, salvo que queramos fijar una cuerda a la reunión o realizar cualquier otra maniobra que no sea la de simplemente ascender una vía.

Nudo de ocho por seno (gaza de ocho por seno)

Resulta extremadamente rápido y fácil de ejecutar. Requiere casi la mitad de cuerda que el doble ocho, lo que puede resultar útil si no disponemos de suficiente cuerda cómo para hacer un ocho por chicote. También cabe señalar que resiste bastante bien la carga anular, aunque se aprieta excesivamente con cargas superiores a 200kg. En este caso, será necesario unir la cuerda y el arnés mediante un mosquetón de seguridad; de esta forma, dicho mosquetón juntará el bucle generado en la cuerda y el anillo ventral del arnés.

Nudo del nueve

Tal vez algo más complejo que el doble ocho, pero ligeramente más resistente y que nos permite desencordarnos más facilmente después de un caída. Normalmente, al ser más voluminoso que el doble ocho, suele utilizarse para anclar cuerdas fijas. Al igual que en el caso de la gaza por seno, será necesario un mosquetón de seguridad para unir la cuerda al arnés, siguiendo la misma dinámica que con dicho nudo.

Es necesario tomar una serie de precauciones

  • No poner en práctica esta información sin la supervisión de un experto, titulado preferiblemente.
  • Dejar al menos 15cm de cabo suelto cuando realicéis el doble ocho, pudiendo efectuar un nudo simple(pescador, doble pescador, triple) para evitar que os moleste el sobrante en el ascenso.
  • El nudo debe quedar lo más próximo posible al arnés.
  • No está de más peinar el nudo, es decir, que quede lo más limpio posible, de forma que podamos revisarlo con un simple vistazo.
  • Aunque tengamos mucha experiencia en nudos, siempre debemos prestar atención tanto a nuestros propios nudos como a los de aquellos que aseguremos.

¿Cómo elegir tu talla de bota de montaña?

Cada vez somos más los que cometemos errores a la hora de elegir nuestra talla cuando adquirimos unas botas de montaña. Más aún desde que empezamos a utilizar gatos de escalada, pues a partir de ese momento, nuestro juicio al elegir talla de calzado se ve totalmente alterado y nos sorprendemos comprando unas zapatillas de calle totalmente ajustadas (para que se adhieran bien a los cantos de las aceras debe ser). Bromas a parte, resulta vital acertar con nuestra talla ideal de bota, si queremos prevenir lesiones y obtener el mejor rendimiento en la montaña.

De esta forma, os presentamos una serie de consejos para que acertéis con vuestra talla la próxima vez:

  • Las botas de montaña no se doman, esa creencia no es más que un mito. Si te pruebas unas botas y te resultan incomodas, no creas que es cuestión de que tienen que darse de sí.
  • Una forma rápida de saber si es tu talla, es sacando la plantilla y situando tu pie encima. Deberá sobrar el espacio aproximado de un dedo de la mano. Se trata de una forma rápida y sencilla de saber si esas botas son de tu talla, pero será necesario ejecutar más comprobaciones para asegurar el éxito de nuestra elección.
  • Para tener en cuenta la dilatación que sufrirán nuestros pies al caminar, nos probaremos las botas con calcetines gordos. También se suele aconsejar probarse las botas al final del día, que es cuando más hinchados tenemos los pies.
  • Otra forma de comprobar si es la talla adecuada es, después de introducir el pie en la bota, mantener la espinilla en ángulo de 90º respecto al pie y empujar hasta que nuestros dedos toquen la puntera. Si la talla es la adecuada, tendremos que ser capaces de introducir el dedo índice entre nuestro talón y la parte posterior de la bota.
  • Ya sólo nos quedará atarnos las botas (firmemente pero sin pasarse) y andar con ellas. Lo más importante es que las notemos cómodas y bien ajustadas (que no oscilen demasiado).

Una vez más, la práctica conduce a la perfección, y será a medida que hayamos estrenado un mayor número de botas cuando afinaremos nuestro criterio a la hora de elegir las que mejor se nos ajusten.

Escalada, tipos de agarres

En escalada podemos decir que hay una infinidad de tipos de agarres que nos vamos encontrando cada vez que vamos a roca, pero obviamente podemos o al menos intentamos clasificarlos según sus características u orientación. Aunque todos hemos visto presas con formas indescriptibles o con formas con cierto parecido a objetos del día a día que la gente decide ponerles nombre como cógete de la oreja o pilla esa sonrisa, siempre tenemos una clasificación básica:

Regletas: se trata de un canto plano de 3 cm o menos de profundidad. Tenemos dos maneras eficaces de agarrar esta presa: en primer lugar, debemos intentar que el máximo de la superficie de los cuatro dedos(el dedo gordo no) esté en contacto con la profundidad del agarre, el arqueo realizado debe ser de un ángulo de 90 grados con los nudillos. Si cerramos la mano más de 90 grados estaremos forzando los tendones y acabarán resintiendo, por el otro lado, si el ángulo es superior perderemos eficacia y posiblemente resbalando. La segunda forma en la que podemos coger la regleta es añadiendo a la manera anterior el dedo gordo sobre el dedo índice añadiendo más potencia.

En cuanto a la posición del cuerpo a la hora de agarrar las regletas no es tan estricta cómo otras presas, dado que colocar bien el centro de gravedad depende de muchas posturas con este tipo de agarres. No existe una postura específica.

Cantos romos: nos referimos a las presas en declive hacia delante que agarramos con los dedos extendidos o semi-arqueo . Debemos intentar usa la mayor superficie posible para que resulte más fácil. Esta vez el centro de gravedad es importantísimo, por lo que tenemos que intentar estar pegados a la pared y que nuestro tronco esté en linea verticalmente con el canto.

Agujeros (tridedos, bidedos, monodedos): estas presas se suelen agarrar con los dedos en extensión o semi-arqueo, dado que suelen ser estrechos y profundos impidiendo el arqueo de 90 grados. Dependiendo el tamaño del agujero diferenciaremos los que podemos introducir tres dedos (tridedos), dos dedos (bidedos) o un dedo (monodedo). Tenemos que tener cuidado ya que son bastante lesivos estas presas, ya que todo el esfuerzo se reduce en pocos dedos, por eso muchos escaladores realizan entrenamientos específicos para fortalecer más la mano.

Invertidos: cualquier tipo de presa que agarres con la palma mirando hacia el cielo. La posición adecuada para estas presas debe ser realizando dos fuerzas en dirección contraria, es decir, con las manos hacia arriba y los pies hacia abajo. Debemos tener en cuenta que cuanto más alto tengamos el centro de gravedad más fácil será el agarre, y cuanto más abajo peor.

Pinzamientos: se trata de las presas en que el dedo gordo está en oposición a los otros cuatro dedos realizando una pinza. En este caso no hay una posición específica, dado que permite muchísimas combinaciones de movimientos del centro de gravedad.

En líneas generales podemos clasificar de esta manera las diferentes presas, aunque sin lugar a duda siempre nos sorprendemos con nuevos agarres que nos ofrece la montaña.